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Cargador de vehículos eléctricos: 5 claves esenciales

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Un cargador de vehículos eléctricos es una herramienta cada día más presente en todo tipo de espacios. Muchas empresas disponen de áreas donde los ubican, al igual que viviendas unifamiliares o comunidades de propietarios, para fomentar la movilidad sostenible. Sin embargo, todavía hay un segmento importante de la población que desconoce la información básica que le atañe. ¿Te sientes identificado? ¡No te preocupes! A continuación, te mostramos los principales aspectos a considerar para que te familiarices con este dispositivo: cómo se utiliza, cuánto cuesta, dónde se instala y mucho más.

Cargador de vehículos eléctricos: 5 claves

Sin duda, la movilidad eléctrica está consolidándose como la opción mejor posicionada para el transporte del futuro. No en vano, sus beneficios son numerosos y de calado. Por ejemplo, estos medios de transporte no expulsan gases de efecto invernadero y, además, recurren a fuentes de combustible limpias, inagotables y sostenibles.

No obstante, para que este modelo de automoción siga extendiéndose, hace falta que se cumplan algunos requisitos. Uno de los más relevantes es incrementar el número de cargadores y universalizar su uso. Por ello, queremos darte a conocer un poco mejor estos aparatos, que son la equivalencia a la bomba de gasolina de los modelos convencionales.

La instalación requiere decidir el modelo de cargador y el tipo de conector

Este es el principal aspecto que conviene que valores a la hora de pasarte a la movilidad eléctrica. La instalación del cargador requiere que tomes decisiones acerca de dónde lo vas a colocar o qué conector utilizarás. En ese sentido, el comercial ha de informarte sobre todos los pormenores que conlleva, de manera que el proceso sea lo más sencillo y ágil posible. Su precio actual varía, aproximadamente, entre los 500 euros y los 1000 euros de media.

En ocasiones, este sistema lo adquieres a la vez que el coche o la motocicleta, aunque también tienes la posibilidad de comprarlo en numerosos establecimientos. Lo que sí necesitarás es encontrar una empresa instaladora que te garantice un trabajo de calidad.

Los principales conectores homologados son:

  • Schuko. Recomendado para coches híbridos o con pocos requerimientos de recarga.
  • Mennekes. Es uno de los más utilizados en toda Europa. Cuenta con siete bornes.
  • Wallbox. Suelen colocarse en viviendas particulares o empresas.
  • Scame. Está en el mercado desde 2010, aunque no es de los más empleados.
  • CHAdeMO. Proporciona cargas ultrarrápidas.
  • CSS (Combined Charging System). Válido tanto para carga rápida como lenta.

Una vez te decides por uno, has de prestar atención al modo de recarga, que está definido en la norma IEC-61852.

Hay varios modos de carga

Tienen relación con el tipo de cargador, la red eléctrica y el modelo de vehículo. Dependiendo de cómo sean estos, el modo de carga variará:

  • Modo 1. No dispone de comunicación con la red, sino que se lleva a cabo mediante corriente convencional y un cargador tipo Schuko.
  • Modo 2. Su comunicación con la red es baja y un cable que verifica la conexión a la red de recarga.
  • Modo 3. La comunicación con la red es alta y el punto de recarga incluye dispositivos de control y protecciones. Los cargadores que se usan en esta opción suelen ser los Mennekes o Scame, entre otros.
  • Modo 4. Se emplea para recarga rápida. Su comunicación con la red es alta e incluye conversor a corriente continua.

Un enchufe convencional puede valer pero no es recomendable

Pasarse a la movilidad eléctrica requiere un asesoramiento personalizado por parte del comercial a la entidad o persona que lo solicita. No obstante, conviene que sepas que, aunque puedes utilizar un enchufe convencional para las recargas, no es lo más aconsejable.

Lo ideal es contar con los dispositivos, herramientas y recursos fabricados específicamente para este cometido. Eso incluye que cuenten con las medidas de seguridad que cubran imprevistos de subidas de tensión y otros requerimientos.

Las opciones de recarga son numerosas y el tiempo variable

La carga puede tardar desde cinco minutos a más de 10 horas, dependiendo de varios factores. Entre ellos está la clase de cargador o el modelo del vehículo y sus necesidades. También hay diferentes tipos de recarga, con velocidades que varían.

La intensidad de la corriente, por su parte, es otro factor que has de considerar. Dispones de la recarga denominada ultrarrápida o tubo de recarga y, del lado contrario, la superlenta.

Además, en la actualidad, existen puntos de recarga informatizados o inteligentes. De este modo, mediante apps que se instalan en teléfonos móviles inteligentes y otros dispositivos conectados a internet, podrás acceder a ellos de forma remota, programarlos y obtener datos para estudiar el consumo.

Sumado a esto, hay otros detalles importantes. Por ejemplo, en lo que respecta al vehículo, la toma de carga es posible abrirla de forma manual o con botón.

Procura que la batería no se vacíe

A diferencia de lo que sucede con otros dispositivos electrónicos, no dejes que el vehículo se descargue por completo. En este caso, debes echar mano al cargador antes de que baje del 20 % de batería. De forma habitual, estos sistemas incorporan un indicador que te ayudará a saber dichos niveles. Aun así, es posible que consumas toda la batería y el modelo de coche te permita seguir circulando un tiempo más.

Por otro lado, deberás cuidar el cargador para que tenga una vida útil lo más prolongada posible. Es decir, necesita un mantenimiento, aunque no demasiado complicado. Tan solo sigue las instrucciones del fabricante.

Si no dispones de ellas, consulta con expertos para saber cómo proceder. En ese sentido, una de las rutinas que deberías interiorizar es guardar el cable del cargador con cuidado después de emplearlo. Esto implica doblarlo de la forma adecuada, sin enrollarlo demasiado, para no deteriorarlo o romperlo.

A todo esto habría que añadir otras muchas consideraciones en el día a día de la utilización de este aparato. Por ejemplo, quizá lo necesites todas las noches, dependiendo de la autonomía del vehículo, el uso que hagas de él o el tipo de carga. Asimismo, lo más habitual es realizar la recarga durante las horas de la tarde y la noche.

En cualquier caso, si tu objetivo es adquirir un cargador de vehículos eléctricos, tómate tu tiempo para recopilar la máxima información que sea posible. Así, tomarás la mejor decisión para dar solución a tus necesidades de consumo.